Es bien sabido que la comida en familia es una excelente oportunidad para fortalecer nuestro vínculo como padres e hijos. La importancia de comer con nuestros hijos y el rol de los padres, en la relación con las conductas alimenticias en niños y adolescentes. Aquí se plantea la teoría de que ante un mayor número de comidas en familia se logra tener un mejor tipo de alimentación: uno más rico en fibra, vitaminas, hierro entre otros y con menos grasas y azúcares, así como una mejor relación con la comida.
En los últimos años, con las dificultades de movilidad en las grandes ciudades, las diferencias de horarios entre las actividades escolares y las cargas laborales, nuestros hábitos se han ido modificando y la realidad es que ahora, con más frecuencia, nuestros hijos comen solos o fuera de casa. Esta desconexión puede tener un gran impacto en la salud de la familia, entre otros aspectos con un mayor riesgo para tener exceso de peso debido a las comidas procesadas, al fastfood, congelados, comida chatarra al alcance de todos, etc. Vale la pena reflexionar al respecto y ponernos objetivos para lograr que nuestros hijos aprendan con nuestro ejemplo como padres, a tener una interacción y conductas más saludables con la comida desde una enseñanza sana en casa.